Fui fuerte al abrirte las puertas de mi corazón cuando tu más las necesitabas, al abrazar cada uno de tus defectos con tal de estar cerca de ti.
Fui fuerte al cogerte de la mano y decirte que todo saldría bien, que nos queremos y no tenemos por qué perdernos.
Fui fuerte al mirarte a los ojos y transmitirte todo sin necesidad de mediar palabra.
Fui fuerte, fui fuerte al decirte que te quiero, al decirte que no sabría olvidarte y al decirme a mí misma que debía dejarte marchar.
Fui fuerte al pronunciar palabras de despedida en el más profundo de los silencios y a susurrarte al oído que eres todo aquello que andaba buscando.
Fui fuerte al convencerme de que ya no éramos nosotros, que sólo éramos dos conocidos con caminos bifurcados llenos de puentes que nos van uniendo de forma aleatoria.
Fui fuerte al pasar los domingos de cama a solas junto a un café caliente.
Fui fuerte al sostener esas lágrimas que se disponían a inundar mi rostro cuando tu foto aparecía en mi carrete.
Fui fuerte al dejar las cosas fluir, al aceptar que no tengo el control de todo.
Fui fuerte al caminar por las frías calles de esta ciudad lejos de tu abrigo.
Fui fuerte al darme cuenta de que te quise cuando más lejos estabas y, sobre todo, fui fuerte al ver que un futuro nuevo se nos viene encima y ya no es tan bonito como lo imaginábamos. Es tu futuro y es mi futuro, pero no es nuestro.
Fui fuerte demasiadas veces…
Fdo. Carlota Roselini.
12 Comentarios
Miss Poessía
noviembre 22, 2017 at 10:57¡Hola, Elvira!
Sonaré repetitiva pero, ¡qué buen post! Recuerdo que una vez una profesora de filosofía pronunció en clase una frase que, desde entonces, se me ha quedado marcada: «Te quiero tanto que puedo dejarte ir». Yo añadiría a esta frase una variante: «Me quiero tanto que puedo dejarte ir». Y es que realmente el amor es eso, saber renunciar a algo que ya no está funcionando, marcharse cuando el camino juntos ya no nos llena. Sonará a tópico, pero siempre es mejor estar sola que mal acompañada. Y, al fin y al cabo, el amor a una misma es el único que no debemos dejar nunca.
Gracias, de nuevo, por ser magia y hogar.
¡Un fuerte abrazo, guapa! ♥
BilingualGirl
noviembre 25, 2017 at 16:06«Fui fuerte al aceptar que no tengo el control de todo».
Buen post y este comentario de acá arriba también.
Saludos a todas 🙂
Compartiendo Macarrones
noviembre 27, 2017 at 14:51Muchas gracias ♥ Y estoy de acuerdo, el comentario de Miss Poessía es perfecto.
Mariquilla 1992
noviembre 27, 2017 at 14:05Fui fuerte cuando, a pesar de saber que le estabas dando tu amor a otra, me trague mis lágrimas y te dije adiós de palabra. Que no con el corazón…
Compartiendo Macarrones
noviembre 27, 2017 at 14:52Y eso es lo más difícil, hacer caso a la cabeza frente al corazón en situaciones tan complicadas como esa. Pero, al final, esas decisiones son las que nos evitan finales peores 😉
Compartiendo Macarrones
noviembre 27, 2017 at 14:50¡Hola guapa! Pues creo que no lo podías haber expresado mejor, sonando a tópico o no, es una verdad como un templo. Si hay un amor que debe mover el mundo..ese debe ser el amor por uno mismo. Gracias a ti por pasarte por aquí y por regalarme tus palabras.
Un besazo.
losabenmiszapatos
noviembre 24, 2017 at 15:50Me encanta, es simplemente perfeto. Gracias.
Compartiendo Macarrones
noviembre 27, 2017 at 14:53Gracias a ti por tu comentario ♥ ¡Un abrazo!
Miri
noviembre 26, 2017 at 18:17Espectacular Post, siempre fuertes!!!
Gracias
Compartiendo Macarrones
noviembre 27, 2017 at 14:53¡Muchas gracias Miri! Siempre fuertes ♥
elecodeloquedijimos
enero 3, 2018 at 12:12Gracias por estar siempre ahí cuando subo posts, ando bastante oxidada pero tus likes me alegran el día ❤ Me encanta como escribes, debería tomarte como ejemplo y cuidar mi blog un poco más, gracias por seguirme!
Compartiendo Macarrones
enero 22, 2018 at 15:05¡Me alegro muchísimo de oír eso! El placer es mío y, como bien dices, espero que dediques el tiempo que necesites al blog porque está genial. Un abrazo ❤