INFÓRMATE DE TODO, ¡ES GRATIS!

Un día te levantas y sientes que ya lo has vivido. El despertador suena a la misma hora que ayer y tú te levantas igual que lo harás mañana. Sientes que esto ya te lo sabes, que ya lo has vivido y que poco más te puede sorprender por mucho que tú intentes ser sorprendido. Eres consciente de ser un número; un número en un carnet, un número en el transporte público, un número en tu trabajo y quizá un número en la vida de la gente…Eres ese tipo de números que cuentan pero no suman, que hace bulto pero que, al fin y al cabo, sólo es un número, el mío.

cansada monotonía rutina

Aun sintiéndome así seguía un día más, una semana más, un mes más. Al fin y al cabo todo el mundo me consideraba un privilegiado. Trabajo indefinido, estabilidad económica, una ciudad que te entretiene, una familia que te quiere, unos amigos que te apoyan, algún que otro sueño cumplido…En fin, el tipo de vida que cuando cuentas todos admiran, pero que tú no sabes admirar.

Me faltaba algo. Años realizando el mismo trabajo en una monotonía que cada día me consumía más. Todo era demasiado estable como para pensar en romperlo. Pero, sabes ese pensamiento que te dice: “este no eres tú, esto no es para ti, no te engañes, esto no es lo tuyo y lo sabes”. La primera vez que oyes la voz no sabes ni por dónde viene, de hecho, ni la escuchas. Pero, ¿qué pasa cuando se repite? No una vez, ni dos, ni tres; se repite al encender el ordenador, al ir a por ese café, en la ducha, mientras corres. No puedes hacer oídos sordos. No sé si a ti te llama, si la escuchas o si nunca la has oído, pero para mí ya era algo más que un pensamiento. Era mi vida que nunca quiso esperar a ser vivida.

todos con leo

Entonces un día decidí  que ya era suficiente, necesitaba un cambio: mi cambio. Decidí plantarme, ver mis necesidades, escuchar qué es lo que quería y hacer lo que realmente sentía. Era consciente de que pocos me entenderían. Lo comencé a comentar a mis amigos entre cervezas y cafés, en voz baja, por si en algún momento me arrepentía. Vi sus caras, escuché esas expresiones: “¿pero cómo vas a dejarlo?, ¿has visto cómo está el patio?, tú estás tonto, déjate de tonterías y trabaja”. Pero también me decían “si vas a hacerlo que sea ahora, yo no lo hice en su momento y ahora ya es tarde”, y te das cuenta de cuánta razón tiene eso de que es mejor arrepentirse de haberlo hecho, que de no haberse atrevido.

Un día cualquiera, cuando seguía dando vueltas a todo esto, me vi reflejado en el metro. Fui consciente de lo que iba a hacer: lo dejaría todo, mi trabajo, mi casa, la cercanía de mis amigos y familia. Dejaría esa estabilidad que dominaba mi vida y, cuando me di cuenta, estaba dando la vuelta a la tarjeta para poner los dígitos de seguridad de un billete con destino a una nueva vida. Sí, juntaría las dos cosas que más libren me hacen: viajar y correr. Lo dejaría todo por vivir un sueño.

perseguir mi sueño

Era un sueño, mi sueño y ahora cada vez que abro los ojos lo vivo. Estoy solo, corriendo por el sudeste asiático. Siguiendo una ruta que cambio cada día. Dejándome llevar.No os voy a engañar, no es fácil. Hay días que volvería, me tomaría un café de máquina esperando a ver qué depara mi día. Pero hay otros días en los que me centro en vivir cada minuto, en disfrutar de cada km viajado y de cada paisaje.  Si algo tengo claro, y quiero que vosotros también lo tengáis, es que mi sueño no es sólo mío. También puede ser tuyo si en cada uno de mis kilómetros participas. Además, juntos podemos ayudar al peque, a Leo, que tiene una patología llamada “fémur corto congénito”. ¿Qué significa eso? Pues que ha nacido con un fémur cinco centímetros más corto que el otro, y aunque parezca una cifra insignificante, su vida depende de ello.

Por el momento, he sacado en claro que en la vida cuando tomas esas decisiones que tanto te queman por dentro pueden cumplir o no las expectativas, pero seguro que nunca te arrepentirás de vivirlas.

Fdo. Pepe Martín

 Ayuda a Leo aquí:  Todos con Leo

5 comentarios en «Historia de Octubre: “Lo dejo todo por vivir mi sueño”»
  1. Me ha encantado tu post. Soy de Uruguay y hace dos años decidí con mi mochila irme a Europa llena de sueños y aprendizajes por descubrir y hoy hace 4 meses estoy viviendo en Grecia con un nuevo amor luego de tantas cosas duras que uno vive cuando viaja y esta solo, la satisfacción llega siempre, a veces demora pero es maravillosa y eso no quiere decir que no extrañes tu gente, tu cultura, tus viejos amigos, simplemente has emprendido tu propio camino y aunque suene egoísta tu seras el líder de tu futura familia.

    instagram: mimi.severo

  2. Yo hice algo parecido, pero sin ser tan drástica. Empecé a ir a clases de pintura y me apunté a un talleres para escribir. He empezado a escribir el guión de una película, y a ponerle imagenes. Puede que nunca lo vea ningún productor, ni ningún director quiera llevarlo acabo….pero soy feliz al escribirlo. Yo no me considero un número. Y pienso que ese “trabajo tan aburrido” me permite hacer otras cosas que no podría hacer, como pagarme las clases de pintura y la de guionista. Vivo mi aventura, no importa que no de el pelotazo. Además, creo que tenerlo todo es un privilegio, y a veces es una cuestión de hacer las cosas distintas, no de dar un cambio drástico. Al menos desde mi punto de vista. Recomiendo la película “Shall We Dance? (¿Bailamos?)…Somos nosotros que dejamos que la rutina se instale…y a veces es como en el caso de la película ir a clases de baile para que te vuelva la motivación por la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.