He tenido la suerte recontrarme con amigos de la universidad. Ya sabéis, siempre se intenta mantener el contacto pero, por unas cosas u otras, es imposible mantenerlo con todos. El caso es que el título dice más de lo que me gustaría, y tras cuatro años de sudor en la frente y puños en la mesa, pocos son los afortunados que pueden decir que son becarios.
Es decir, cada uno tomó un camino, un poco por obligación, otro poco por desconcierto y otro tanto por no pararse a pensar. Porque hoy en día pararse a pensar duele mucho, y es mejor mirar hacia delante y quedarte con ese cuento chino de que estamos saliendo de la crisis. Y ni los chinos tienen tanta imaginación. Así que por un lado están aquellos que se volcaron en un master. Muchos lo tenían claro pero, por desgracia, otro tanto no tenía de idea. Y es que me da la risa floja, que se supone que maduramos y vamos creciendo y a veces me encuentro tan perdida como lo estaba con 16 años para escoger un bachiller; con 18 para escoger una carrera o los 22 para elegir un master. Perdidos. Así estamos todos. Perdidos y sin ningún cartel luminoso que nos ayude a coger un camino. Sólo el programa de “Españoles por el mundo”, que también duele, y también nos hace pensar. Asique muchos se deciden por un máster. Con suerte, les gusta, y con más suerte aún: se lo pueden permitir. Después de pagar 250 euros por un mísero folio A3 con mi diploma universitario me replantee meterme a pagar miles de euros en algo que no es mi vocación.
Y, por otro lado, están los que prefirieron esperar a incorporarse al “mundo laboral”. Y pongo las comillas porque de mundo laboral lo justo. Y tú lo intentas. Te sientas frente del ordenador con ganas de comerte el mundo y te haces un perfil personal en tropecientas páginas de búsqueda de empleo. Rellenas otras tropecientas veces tus datos, tus estudios, tu experiencia, pero no te importa porque te estás labrando tu futuro. Y tras muchas alertas de empleo semanales, y boletines informativos sobre cursos mil, vas perdiendo la fe. Ojo, ofertas hay. Pero si lo que buscas no es de comercial o teleoperadora, lo llevas claro. Puedes intentar buscar algo de lo tuyo en tu ciudad, pero no te queda más remedio que resignarte. Al final, en las pocas ciudades en la que hay oferta son Madrid, Barcelona y poco más. Y es una pena, porque muchas ciudades están perdiendo a su población joven sin hacer nada. Eso sí, las ciudades están preciosas, las aceras muy cuidadas y muchas flores en las macetas, que es lo importante, ¿no?
Total, te pones a buscar. Hay algún que otro trabajo más interesante pero se trabajan muchas horas por un sueldo ridículo y fines de semana incluidos. Y por eso mismo las cajeras tienen una carrera, un master y cuatro idiomas, porque las condiciones laborales que les presentan son mucho mejores. Y nada, puedes probar como comercial o hacer las maletas para probar suerte en otra parte. Si eliges la opción uno, tarde o temprano acabarás eligiendo la dos. Simplemente, eres optimista durante más tiempo.
Decir que es una pena, que no te das cuenta de lo mal fatal que están las cosas hasta que sales ahí fuera, que agustito están algunos con su tercera carrera. Que puede que haya bajado el paro, pero será a base de jóvenes emigrando y empleos de comercial. Que a este paso vamos a tener que llevar cascos y rodilleras para esquivarlos por las calles. Y es frustrante, cuando después de todas las ganas que le pones, acabas por desesperarte.
Por lo que haces las maletas en busca de oportunidades. Y las encuentras, como becaria. Decir antes de nada que esto es generalizar, por lo que te van contando y por lo que ves. Pero que otros tenemos suerte, y te encuentras con personas que merecen la pena. Y otros tienen contactos. Sino te puedes encontrar trabajando más horas de las que puedes contar, con un sueldo miserable y sin posibilidad de incorporación ni a corto ni a larguísimo plazo. Sólo queda aguantar para poder poner en tu currículum LA FRASE. Que no es una frase normal, sino que LA FRASE que reconoce que tienes experiencia. Decir que, en ocasiones, una empresa grande no aporta más allá que su reputación (que no es poco), pero que si se trata de aprender… Decir también, que el pensamiento de esas grandes empresas es para qué van a pagar a nadie teniendo muchísimos jóvenes graduados que se pegarían por ese trabajo. Y tienen razón.
Po lo que, becarios, mucho ánimo, todo acaba dando sus frutos. Hala, ahí os dejo este refrán, por eso de ser optimistas. Quedaros con que, en el peor de los casos, siempre quedarán puestos de comercial.
P.D. Y no trabajes gratis
Identificadísima. Aquí una que entró a un máster porque llevaba un año sin hacer nada mas que un curso del paro (que no sirve para nada) y estudiar inglés. Y el máster no ha cumplido para nada las expectativas, un 5º año de carrera sin darte lo necesario para aplicar lo que has aprendido. Pero quiero confiar que tendré mi oportunidad. Gracias por el post 🙂
Cuanta razón tienes en cada palabra que escribes!
Un buen post lleno de verdades pero no nos queda otra que seguir intentándolo. Dicen que “el que la sigue la consigue”… yo no lo tengo del todo claro, pero al menos nos queda la satisfacción de estarlo intentando. ¡Ánimo a los becarios y a los que no lo son pero están “Perdidos”! Seguro que ese cartel luminoso aparece cuando menos lo esperemos.
Súper identificada, ¡Qué triste que esa sea la cruel realidad! Yo, a veces, aún me encuentro perdida.
Espero que poco a poco nos vayamos encontrando, al final queda eso, la fe.
Besos fuertes,
Ánimo y no dejes de aspirar a más.
Tremendo.
Yo al principio hasta me bajé alguna aplicación de portales de empleo.
Ahora ya paso, estar pendiente de un e-mail, aviso, etc es agotador.
Pero mira, hacia adelante como los de Alicante que ya vendrán los frutos y mientras tanto, a seguir tirando.
Leer esto es una especie de consuelo, porque al final una termina pensando que quizás es nuestra culpa no encontrar trabajo. Con mi carrera (de ciéncias y que supera los 2500€ al año supuestamente por las prácticas que a la hora de la verdad casi no existen) simplemente no se puede trabajar. Pero es que ni tan solo se puede ser becario. Claro, te tienen que pagar, mientras los estudiantes que aun hacen la carrera pueden hacer lo mismo y les salen gratis. Con lo cual la única opción es hacer un máster, privado si no quieres verte en un 5° de carrera que te deje en las mismas. Eso si, con un ciclo formativo trabajarías. Hay pocas ofertas, pero las hay. Y para rematarlo te sueltan que es tu culpa estar en paro, porque tienes la mente tan poco abierta y no quieres irte fuera. En fin, muchas gracias por compartir tus pensamientos en este blog tan genial y por este post en particular.
Mas identificada no puedo estar, a mi me toco irme al extranjero a probar suerte y me di cuenta de la cantidad de oportunidades que hay fuera y de lo poco/nada que hay en españa , y menos para alguien sin enchufe.
Ahora vuelvo a españa a buscar trabajo, espero no acabar de comercial.