Para los que se van y para los que volvieron: ERASMUS
Recibí el correo y me quedé ahí, frente al ordenador, con cara de tonta. Siempre tuve claro que quería irme de Erasmus. Pero, por eso de estar justa de pelas…
Recibí el correo y me quedé ahí, frente al ordenador, con cara de tonta. Siempre tuve claro que quería irme de Erasmus. Pero, por eso de estar justa de pelas…
¿Tú también estás sufriendo el llamado síndrome post-Erasmus? Parecía ayer cuando llegabas a esa ciudad, tras 168238495 horas de viaje y los brazos como chicle de tanto arrastrar las maletas…