Sé de ti, quizás demasiado. Disimulo la punzada de nervios cuando alguien, sin querer, pronuncia tu nombre. Y todo vuelve. He dicho que prefería no entrar, cuando me dijeron…
Te levantas una mañana, una mañana cualquiera, un día normal, miras a tu izquierda y te encuentras con ese lado de la cama vacío, cuando debería…
Hemos roto nuestro compromiso por opiniones irreconciliables. No tengo reproches. Durante años con sus 365 días, defendiste y mantuviste que en tu vida yo era suficiente y,…