¿Te sientes identificado con el título?
No me había planteado hablar sobre el tema hasta que en una de las búsquedas del blog apareció lo siguiente “depresión universidad sin amigos”. Esto implica que alguien buscó esto en Google, y accedió a mi blog. Probablemente por ciertas palabras clave en común con la entrada “Depresión post-erasmus”, publicada hace un par de meses.
A lo largo de los años en la ESO y en bachiller es muy común que, tanto los medios de comunicación como familiares o amigos, alaben la universidad como la mejor etapa de sus vidas. Hablan de horarios más flexibles, profesores más “enrollados”, asignaturas más interesantes y, sobre todo, un sinfín de experiencias con nuevos amigos. También muchos de nosotros hemos visto películas como “Proyect X” o “American Pie”. En ellas los que los protagonistas no sólo encuentran al amor de su vida, si no que acuden a todo tipo de fiestas, la lían parda y se libran de todo. Y además sacan buenas notas (excepto algún caso).
Por ello, todos los que sobreviven al bachiller y tienen claro hacer una carrera. Y están deseando entrar a la universidad como las señoras a las rebajas del Corte Inglés. Aunque eso da más miedo. Y la situación se intensifica cuando esos pre-universitarios son personas inadaptadas, con problemas sociales o familiares, que quieren huir de esos años de “tortura” para disfrutar de todos esos supuestos mitos que dicen por ahí sobre la universidad.
Sin embargo, no todos son verdad.
Y muchas son verdades camufladas o exageradas. Si estás todo el día de fiesta y no estudias, a no ser que todos tus profesores acepten sobornos, no vas a aprobar. No hay más ciencia. Y hay que tener en cuenta factores como dónde se encuentra la universidad y qué carrera has decidido estudiar. Normalmente, cuando escoges una carrera es porque te gusta, sin embargo, cuando vas forzado (independientemente de los motivos que tengas), vas predispuesto a no disfrutarlo igual. En consecuencia, estarás menos seguro de ti mismo y más irascible.
Además, habrá menos posibilidades de que los compañeros de clase compartan los mismos gustos que tú. Es decir, si estás muy interesado en robótica y decides estudiar diseño de interiores, es de esperar que el resto de los alumnos no hablen con la misma pasión del Laboratorio de Robótica Biométrica del MIT. Y, por cierto, según los estudios más recientes, la robótica será una de las profesiones más demandadas en el futuro. Ojo al dato.
Otro aspecto a tener en cuenta es:
Que las fiestas que aparecen en las películas son eso, ficticias. Y no significa que no vayas a vivir ninguna del estilo de Proyect X (tras la publicación de la película todos estaban obsesionados en hacer una igual, pero no es tan sencillo encontrar un lanzallamas y un gnomo) pero no va a ser siempre así. Una simple reunión en la cafetería harán que los pequeños momentos sean más importantes. Lo que no implica que vivir una buena fiesta de las de “la que líe ayer”, no vaya a ser satisfactorio de vez en cuando.
Tampoco es necesario, de hecho es bastante absurdo, tener un grupo de amigos a los que todos conozcan y admiren. Ni ganarte la aprobación de todos tus compañeros de clase. Por lo tanto tienes que ser tú mismo. Fingir ser otra persona para caer bien a los demás sólo va a conseguir volverte loco. Y a cambio tendrás amistad con personas que realmente no te valoran, porque no te conocen. Ni tienes que dejar de lado estudiar, y darte a la bebida o a las drogas para que los demás vean que eres un tipo duro. Ni tienes que descuidar a tus amigos o las personas que te importan y que no están en la universidad. No te presiones, esas amistades que dicen que son para siempre no se consiguen en dos días.
Y disfruta, porque cuando quieras darte cuenta estarás en la cola del INEM. De buen rollito.
Está claro que no va a ser como en las películas, pero tienes razón: la universidad es una de las etapas más bonitas y todo depende de tu actitud! 🙂 Me ha gustado descubrir tu blog casualmente!
¡Y a mi me encanta que lo hayas descubierto! Para mi la universidad fue una etapa que me cambio como persona y la forma de ver el mundo, pero no hay que presionarse, que todo siga su curso, no tiene que ser como en las películas para que sea increíble.
Totalmente de acuerdo en todo! Ya estoy en cuarto y hasta final de segundo no encontré mi grupito de amigas. Porque para aguantar a tontos, siempre queda tiempo. Fui andando de un lado para otro hasta encontrar mi sitio. Mejor dicho, el sitio me encontró a mi, porque yo iba a mi rollo. El que sepa lo que es sentirse fuera de lugar donde tantos años había soñado con llegar sabrá de lo que hablo, pero paciencia. Casi todo en esta vida tiene solución con la paciencia. Y sí que es cierto que los cafés a media tarde se disfrutan más que muchas otras cosas, el tiempo con los amigos poniéndose al día en una tarde es de los ratos que más disfruto de esto años. Aunque eso no quita que no me pegue las fiestas del siglo y no las disfrute. Tranquilos, hay tiempo para todo! 🙂
Enhorabuena por el post, no me he podido sentir más identificada.
Un beso, Ana
¡Qué recuerdos! =) Una etapa genial para mí también; el problema es, como siempre, mitificar las cosas.
Son etapas. La universidad en especial es fantástica, porque no es como en las películas pero sí te deja millones de recuerdos. La depresión llega, más bien, cuando sales al mundo laboral, al mundo real. Eso sí que es complicado.
Has hecho que reviva de nuevo mi etapa universitaria. Y yo soy muy peliculera o eso dicen mi novio y algunas amigas (aunque suelo tener los pies en a tierra). Yo tuve de todo eso que dices. Empecé la universidad con unas ganas enormes de quitarme de mi ciudad. Un año un poco malo, pero fue empezar primero y querer comerme el mundo. Allí conocí a mucha buena gente, tuve mis líos, tuve de todo. Fueron los mejores años sin lugar a dudas, viajé…Los mejores años escritos hasta ahora claro ^^
Y, como ha escrito Jeropareja, la depresión llega justo después, pero no cuando llegas al mundo laboral (ojalá fuera así) sino cuando llegas a la puerta del INEM.
la universidad ha sido lejos la peor etapa de mi vida! estudio casi sola, no quiero seguir aquí me siento muy angustiada, más encima no entré muy feliz, estaba media deprimida, eso se arrastró y me afectó hasta ahora que voy en quinto año. me quiero morir, no tengo amigoooooooos
Acabo de encontrar esta entrada tuya ahora, así, por casualidad, y debo decir que me siento 100% identificada, acabo de empezar la universidad, y me siento como bien describes al principio; que no todo es de color de rosa. Sinceramente, te doy las gracias de todo corazón por esto que escribiste porque realmente necesitaba leer algo así y animarme.
Me encantan y llegan siempre tus posts, pero repito que este precisamente, es el que más. Millones de gracias!
Pues Anna, espero de todo corazón que te animes, porque los comienzos siempre son duros (y más si los han estereotipado) pero pronto empezarás a disfrutar de las pequeñas cosas que te ofrece esta etapa. Mucha suerte y un abrazo enorme 😉
Pues yo la hice en una época en la que después de la carrera se supone que el mundo se abría a ti, cuando al final fue todo lo contrario. La etapa de la Universidad fue estupenda, con amigos, y mira que soy introvertida, con fiestas, enamoramientos y liadas pardas, y todo aprobando ajajaja. Lo peor vino luego con la realidad, pero bueno, todavía conservo algunas amistades de la uni, y han sido de las mejores, aunque estemos lejos, cuando nos vemos es como si no pasase el tiempo.